Si una noche de invierno un viajero / Italo Calvino
17:35
Hay días en los que cada cosa que veo parece cargada de
significados: mensajes
que me sería difícil comunicar a otros, definir, traducir a
palabras, pero que por eso mismo se me presentan como decisivos. Son anuncios o
presagios que se refieren a mí y al mundo a un tiempo: y de mí no a los acontecimientos externos de la existencia
sino a lo que ocurre dentro, en el fondo; y
del mundo no a algún hecho particular sino al modo de ser general de todo.
Comprenderán pues mi dificultad para hablar de ello, salvo por alusiones.
En cualquier caso, quien encuentre este diario tendrá una
ventaja segura sobre mí: de una lengua escrita es siempre posible deducir un vocabulario y una gramática, aislar las frases, transcribirlas o parafrasearlas
en otra lengua, mientras que yo estoy tratando de leer en la sucesión de las cosas
que se me presentan cada día, las intenciones del mundo respecto a mí, y
avanzo a tientas, sabiendo que no puede existir ningún vocabulario que traduzca
a palabras el peso de oscuras alusiones que se ciernen sobre las cosas.
Quisiera que este aletear de presentimientos y dudas llegase a quien me lea, no
como un obstáculo accidental para la comprensión de lo que escribo, sino como
su sustancia misma; y si la marcha de mis pensamientos parece huidiza a
quien trate de seguirla partiendo de hábitos mentales radicalmente cambiados,
lo importante es que le sea transmitido el esfuerzo que estoy realizando para leer entre las
líneas de las cosas el sentido evasivo de lo que me espera.
(Si una noche de invierno un viajero /
Italo Calvino)
Imagen: René Magritte
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