Brumas con chica / Nerio Tello
11:26
Fue
repentina. Casi bruma, pero real. Estaba allí –estuvo allí– y de pronto no
estuvo. Cuando uno sueña las cosas se deshacen, y las personas. Y así fue. Como
un sueño. Sin embargo tenía ojos. Unos ojos negros, escrutadores, de animalito.
Y luego, esos ojos de animalito piadoso tuvieron sonrisa. Lo raro fue que
estuviera y ya no estuviera. Lo raro fue la bruma, la densa bruma que dejó su
ausencia, o que tapó su presencia. La vi dos veces, o tres. Ahora el recuerdo
le disputa al olvido. Creí conocerla, creí reconocer sus manos pequeñas, su
cabello tan negro. Pero pudo más el misterio. Ella estaba ahí para ser
misterio, para ser bruma, la chica de la bruma. Casi irreal fue, casi. Si no
fueran por esos ojos que escarban la piel; esos ojos que se achicaban al pensar,
que miraban por la hendija de esas pestañas tupidas; si no fuera por eso, diría
que fue bruma, una bruma con chica.
La foto es de Dagna Faidutti, Santa Rosa (La Pampa)
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