Puercoespín subspinosus / Nerio Tello
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Si
bien su cuerpo aparece tapado de espinas, y su actitud, a veces, puede resultar agresiva, la puercoespín
subspinosus no es lo que aparenta. Se mueve con cautela –quizás algún dolor
añejo–, pero con seguridad y gracia. Sus gestos, su sonrisa
pequeña, sus ronroneos nocturnos la hacen particularmente querible. Supone que
esa capazón de espinas la protege de eventuales predadores, pero es solo una
suposición. La puercoespín no toma
café, todos saben que es herbívoro; no fuma, todos saben que el
cigarrillo es muy dañino para los puerco espines. Pero no se sabe por qué rehuye a invitaciones intempestivas. Y por
eso, a veces, su apariencia suele ahuyentar a los de su especie y también a
otras especies. Pero ella sabe por dónde camina y a quién acepta. Dicen los que
la conocieron y la conocen, que cuando ama, las espinas de su cuerpo se
transforman en tallos de tréboles, finos y blandos, que acarician al roce como
plumas de pavos reales. Pero esa magia sucede solo cuando hay luna llena y ella
encuentra los ojos que la buscan. (Juegos de un tímido / Nerio Tello)Ilustra este texto una pintura de SILVIA FLICHMAN
(http://www.silviaflichman.com.ar/)
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